Enero 30 -2011…En la tarde de este domingo el periodista Oscar Castillo Baquero – gerente propietario del periódico Nuevo Milenio- recibió una llamada en su celular de un ciudadano donde le informaba de un operativo que realizaban algunos policías en el parque principal. Por encontrarse a sólo dos cuadras del parque el periodista salió en su motocicleta a enterarse del hecho; para su infortunio se llevó un casco que es considerado irreglamentario. Cuando llegó al parque dos policías estaban sosteniendo un altercado con unos jóvenes. Uno de ellos menor de edad fue ultrajado y a empellones introducido en el panel de la policía. El reportero indagó con otro joven sobre el problema que se presentaba. Le informaron que los estaban arrestando por estar practicando con unas patinetas en el parque, en el sector de banderas. El periodista escuchó al policía advertirles a unos jóvenes que estaban en bicicleta que se retirarán o sino también los detenían. El menor ultrajado fue llevado a la estación de Policía. El reportero de Nuevo Milenio se preguntó con algunos ciudadanos, que estaban en el parque, que si estaba prohibido lo que estaban haciendo los muchachos por qué no prohibían a otros tipos de vehículos que invaden el parque; inclusive unos saltarines que están en el sector de la grama dañando la naturaleza. Uno de los policías que estaban en el operativo - con el que el periodista Castillo ya ha atenido problemas por circulación de tránsito - le advirtió a uno de los policías asignados a tránsito que Castillo estaba echando la policía en contra de la gente y que conducía su moto sin el casco reglamentario. Los policías se retiraron a la estación, que está a una cuadra del parque. Desafortunadamente cuando el periodista Catillo estaba en su casa fue abordado por seis policías que le reprocharon su actividad periodística y procedieron a imponerle un comparendo por porte de casco irreglamentario. Que eso lo hacían por estar “jodiendo y metiéndose con la policía” Es bueno decir que la motocicleta estaba parqueada en su residencia y Castillo procedía a ingresar a su vivienda. En fin, creemos que ese no es la actividad central de la policía nacional. Decimos con toda franqueza que no es una persecución de la policía contra el periodista del Nuevo Milenio. Es sólo el actuar de dos o tres policías asignados a la estación de Acacías a quienes el señor Castillo no les es de su agrado. Pero preguntamos: Es esto una política de la fuerza policial contra los ciudadanos. No puede entonces el periodista ejercer su actividad libremente sin ser asediado por estos policías. El caso será denunciado ante los organismos competentes y ante los superiores policiales. No se quiere entrar en conflictos ni los va a ver con una institución tan valiosa como lo es la Policía. Lo que si deben saber estos policías – los del problema con el señor Castillo – es que no pueden coartar la actividad periodística ni hacer sujeto de malquerencias por su malestar personal a un comunicador que tiene mas de treinta años de experiencia en su labor periodística y que es el gerente – propietario del periódico mas leído en la ciudad: Nuevo Milenio.
